El primer paso, consiste en aislar a una pareja para que se
reproduzca ya que necesitan estar solos para realizar el cortejo. Al cabo de un
tiempo la hembra pone un huevo, que se retira para estimular una nueva puesta
de huevo. Con esta metodología, al mes vuelve a poner un segundo huevo que será
dejado bajo el cuidado de la pareja. De esta manera, se logra optimizar el ciclo
reproductivo natural de esta especie. El primer paso, consiste en aislar a
una pareja para que se reproduzca ya que necesitan estar solos para realizar el
cortejo. Al cabo de un tiempo la hembra pone un huevo, que se retira para
estimular una nueva puesta de huevo. Con esta metodología, al mes vuelve a
poner un segundo huevo que será dejado bajo el cuidado de la pareja. De esta
manera, se logra optimizar el ciclo reproductivo natural de esta especie.
Cuando
el pichón pica la cáscara para nacer, comienza un proceso que dura tres días,
considerado uno de los momentos más críticos para su supervivencia. Ya que sólo
existe un único huevo por pareja por año, se realiza un nacimiento asistido
para minimizar los peligros de esta etapa. Una vez nacidos, son alojados en
nurses especiales donde nunca tendrán contacto con la presencia humana. Todos los
acercamientos a los pichones, durante los primeros meses de vida, serán hechos
por medio de títeres de látex que representan a sus congéneres. Ellos se
constituyen en sus padres adoptivos, ya que como cualquier ave, el pichón fija
a primera vista el vínculo. A través de los títeres se los alimenta, cría y ofrece
los cuidados necesarios. Al dejar la nurse, siempre en aislamiento humano, son
trasladados a recintos de crecimiento donde interactúan con cóndores vivos que
les servirán de verdaderos maestros, hasta su liberación en zonas silvestres.
Consecuencias
del cautiverio:
Incluso en los zoológicos mejor planificados se lucha
constantemente contra los efectos derivados de la cautividad. Numerosos
factores afectan a la vida de esos animales, siempre con origen en la falta de
libertad. Tanto si los animales provienen del estado salvaje, como de
nacimientos en cautividad, sufren una serie de trastornos que son familiares al
propio hombre, tales como estrés, tristeza, inapetencia, claustrofobia... Estas
patologías se englobarían en una enfermedad denominada zoonosis, cuyas
manifestaciones más comunes son: movimientos repetitivos e incluso
antinaturales, tales como caminar constantemente en el interior de la jaula o
en círculos; sacudir la cabeza incesantemente o doblar el cuello de forma
extraña e inhabitual; golpearse la cabeza; morderse patas y cola hasta el
extremo de producirse mutilaciones; morder los barrotes de la jaula; y otros
muchas, sin dejar de nombrar la anorexia sufrida por determinadas especies de
reptiles, como iguanas o camaleones. Los animales salvajes convertidos en
cautivos pierden progresivamente el instinto para procurarse el propio sustento,
es decir, al devolverles a su entorno natural no dispondrán de la misma
habilidad de cazar que cuando se desarrollaba en él libremente. Pero también
perderán otras características imprescindibles para sobrevivir en libertad,
como las técnicas para defenderse y atacar, señalar o marcar sus territorios,
construir el hogar, reconocer las jerarquías de otras especies gregarias que
comparten el hábitat o, simplemente, mostrar con normalidad el instinto de
cortejo del otro sexo y el apareamiento.
Dificultades
de la reproducción en cautiverio:
Otro tema recurrente es la reproducción en cautividad. Como ya se
dijo, estos animales presentan atrofia sexual y otras patologías conexas, que
les impiden una reproducción natural que mantenga la continuidad de la especie.
Sólo de forma ocasional se logra el nacimiento de alguna cría, y tanto es así,
que en el caso de especies escasas o muy valoradas un hecho de esta naturaleza
trasciende muchas veces como noticia de interés en los medios de comunicación,
precisamente por inusual. Ejemplo significativo es el oso Panda, su hábitat
natural son los bosques donde crecen las cañas de bambú, de cuyos brotes
tiernos se alimenta; la cautividad, dificultad de alimentación y ausencia de su
espacio vital característico, contribuyen a que la reproducción sea muy
festejada cuando ésta consigue producirse. Algunos expertos afirman que la
reproducción en cautividad causa endoximia, consistente en la degeneración
genética producida entre miembros de la misma especie cuando se encuentran en
número y ambiente reducido, y que se manifestaría mediante alteraciones o
malformaciones, más habituales con cada generación.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario