martes, 10 de marzo de 2015

QUE ES LA REPRODUCCION EN CAUTIVERIO

El primer paso, consiste en aislar a una pareja para que se reproduzca ya que necesitan estar solos para realizar el cortejo. Al cabo de un tiempo la hembra pone un huevo, que se retira para estimular una nueva puesta de huevo. Con esta metodología, al mes vuelve a poner un segundo huevo que será dejado bajo el cuidado de la pareja. De esta manera, se logra optimizar el ciclo reproductivo natural de esta especie. El primer paso, consiste en aislar a una pareja para que se reproduzca ya que necesitan estar solos para realizar el cortejo. Al cabo de un tiempo la hembra pone un huevo, que se retira para estimular una nueva puesta de huevo. Con esta metodología, al mes vuelve a poner un segundo huevo que será dejado bajo el cuidado de la pareja. De esta manera, se logra optimizar el ciclo reproductivo natural de esta especie. Cuando el pichón pica la cáscara para nacer, comienza un proceso que dura tres días, considerado uno de los momentos más críticos para su supervivencia. Ya que sólo existe un único huevo por pareja por año, se realiza un nacimiento asistido para minimizar los peligros de esta etapa. Una vez nacidos, son alojados en nurses especiales donde nunca tendrán contacto con la presencia humana. Todos los acercamientos a los pichones, durante los primeros meses de vida, serán hechos por medio de títeres de látex que representan a sus congéneres. Ellos se constituyen en sus padres adoptivos, ya que como cualquier ave, el pichón fija a primera vista el vínculo. A través de los títeres se los alimenta, cría y ofrece los cuidados necesarios. Al dejar la nurse, siempre en aislamiento humano, son trasladados a recintos de crecimiento donde interactúan con cóndores vivos que les servirán de verdaderos maestros, hasta su liberación en zonas silvestres.

              


Consecuencias del cautiverio:
Incluso en los zoológicos mejor planificados se lucha constantemente contra los efectos derivados de la cautividad. Numerosos factores afectan a la vida de esos animales, siempre con origen en la falta de libertad. Tanto si los animales provienen del estado salvaje, como de nacimientos en cautividad, sufren una serie de trastornos que son familiares al propio hombre, tales como estrés, tristeza, inapetencia, claustrofobia... Estas patologías se englobarían en una enfermedad denominada zoonosis, cuyas manifestaciones más comunes son: movimientos repetitivos e incluso antinaturales, tales como caminar constantemente en el interior de la jaula o en círculos; sacudir la cabeza incesantemente o doblar el cuello de forma extraña e inhabitual; golpearse la cabeza; morderse patas y cola hasta el extremo de producirse mutilaciones; morder los barrotes de la jaula; y otros muchas, sin dejar de nombrar la anorexia sufrida por determinadas especies de reptiles, como iguanas o camaleones. Los animales salvajes convertidos en cautivos pierden progresivamente el instinto para procurarse el propio sustento, es decir, al devolverles a su entorno natural no dispondrán de la misma habilidad de cazar que cuando se desarrollaba en él libremente. Pero también perderán otras características imprescindibles para sobrevivir en libertad, como las técnicas para defenderse y atacar, señalar o marcar sus territorios, construir el hogar, reconocer las jerarquías de otras especies gregarias que comparten el hábitat o, simplemente, mostrar con normalidad el instinto de cortejo del otro sexo y el apareamiento. 









Dificultades de la reproducción en cautiverio:

Otro tema recurrente es la reproducción en cautividad. Como ya se dijo, estos animales presentan atrofia sexual y otras patologías conexas, que les impiden una reproducción natural que mantenga la continuidad de la especie. Sólo de forma ocasional se logra el nacimiento de alguna cría, y tanto es así, que en el caso de especies escasas o muy valoradas un hecho de esta naturaleza trasciende muchas veces como noticia de interés en los medios de comunicación, precisamente por inusual. Ejemplo significativo es el oso Panda, su hábitat natural son los bosques donde crecen las cañas de bambú, de cuyos brotes tiernos se alimenta; la cautividad, dificultad de alimentación y ausencia de su espacio vital característico, contribuyen a que la reproducción sea muy festejada cuando ésta consigue producirse. Algunos expertos afirman que la reproducción en cautividad causa endoximia, consistente en la degeneración genética producida entre miembros de la misma especie cuando se encuentran en número y ambiente reducido, y que se manifestaría mediante alteraciones o malformaciones, más habituales con cada generación.

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